miércoles, 30 de mayo de 2012
Algunas cosas buenas
Ya, ya sé que no es fácil, pero hoy, los informativos de la mañana, además de la mierda habitual, traían buenas nuevas.
Primero, que el pp, durante tantos meses sordo a la constante protesta ciudadana, ha descubierto por sí mismo (o pagando a unos caros asesores, me temo) que con esto de la crisis, es mal momento para vender el canal de Isabel II, porque ADEMÁS gana dinero, así que de momento, sigue siendo público. Aleluya!
Segundo, que han condenado a Charles Taylor, expresidente de Liberia, a 50 años de cárcel, por crímenes contra la humanidad. Ya, ya sé que nada es perfecto, pero es un buen precedente.
Y tercero, flipad con la imagen, que se mueve sola.
domingo, 27 de mayo de 2012
eurovisión y la cosa geopolítica
Lo confieso: ayer me quedé colgada de las votaciones de eurovisión. Nos ahorramos el grueso del certamen mientras zapeábamos entre diversos canales, pero caímos presas de la sarta de conexiones en directo a los 42 países votantes, reconozco que al principio por frivolidad, para burlarnos de las indumentarias y acentos de los presentadores, pero a los diez minutos estábamos sacando de google el mapa para poder identificar países tan remotos como Latvia, San Marino o el mismísimo Azerbayán que anfitrionaba el evento en un inmenso espacio lleno de luces y gente aplaudiendo. He de decir que el ejercicio nos sirvió para aprender geografía -ahora ya sé donde está Moldavia, y tú no- pero confudió aun más nuestras mentes a propósito del concepto de europa. Sería porque se notaba más entusiasmo anoche que en todas las cumbres y noticias que hablan de la Unión Europea, mucho menos unida que la masa de votantes de anoche. Entendimos, por ejemplo, guiadas por un Íñigo sosísimo, que los países vecinos se votan entre sí. por ejemplo, Chipre vota a Grecia y Grecia vota a Chipre; y que Portugal nos iba a dar doce puntos (L'Espagne, douze points). Alemania, que en las eurovisiones del pasado siempre nos votaba, esta vez nos omitió; y pero -atentos al detalle- Suiza, inesperadamente, nos dio un ocho de puntuación, seguro que por la cantidad de maletines que le llegan desde nuestro solar patrio, tan capaz de alumbrar un chorro de voz como el de pastora soler como el chorro de desvergüenza y ladronería que distingue a nuestra casta empresarial, financiera y política.
Pero sigamos. Quería hablaros de los presentadores. Eran seres variopintos que tenían cuarenta segundos para dar las tres mejores votaciones, y todos intentaron hacer algo para diferenciarse, en su idioma, en inglés o algo. Todos menos la española, una niña que ni dio las buenas noches ni sabía hablar en inglés. Patético. Yo que creía que las nuevas generaciones venían con inglés incorporado. Pues no. Esta España, una vez más, me hizo sentir vergüenza, hasta en un concurso anticuado que no le importa a nadie...menos a los 17 millones de seres de esos países (algunos muy jóvenes, otros muy asiáticos) que tuvimos que mirar en el mapa y que ahora mismo, se sienten más europeos que nosotros. Pobrecillos, qué pena que su idea de europa esté basada en un concurso hortera de música mala. Menos mal que eurovisión no cotiza en la bolsa, sino, también estaría jodida.
martes, 15 de mayo de 2012
Sin obispos
Hoy hemos visto imágenes del relevo presidencial en Francia. Hollande, señor de pinta invisible y funcionarial donde los haya, nos ha impresionado afrontando la lluvia en su desfile por los campos elíseos, camino de la ofrenda al soldado desconocido, a cuerpo descubierto. El comienzo promete, aunque después del traspaso de poderes se haya cambiado de ropa y se haya ido a ver a la jefa Merkel, que le esperaba para darle otro baño...de realidad.
Pero lo que nos ha encantado es que no había ningún obispo, ni misas ni capas púrpura. Ni incienso ni biblias ni señores con falda. Ha sido una ceremonia civil, austera y la mayor frivolidad indumentaria ha sido el modelito casual que lucía madame sarkozy, que sería de chanel pero parecía de zara. La pareja saliente ha terminado su mandato subiéndose al mismo coche que trajo al entrante, y ya.
Por eso envidio a los franceses. Porque no tienen rey, y en su lugar hay un señor que cuando llueve, se moja como los demás. Pero eso sí, sin obispos.
domingo, 13 de mayo de 2012
La blandura del 15M
foto demotix.com
El 15M es blando; eso dicen los de la derecha y tantos otros que se proclaman apolíticos, como si uno pudiera permitirse el lujo de serlo en estos tiempos. Es blando porque al parecer, se limita a tomar la calle en ambiente festivo y en son de paz, en grupos variopinos de familias, jóvenes y ancianos de todo pelo. Unos cincuenta mil, anoche, sólo en madrid. Es blando porque no esgrime consignas violentas en sus pancartas, sino que más bien usa la ironía. Es blando porque no tiene jefe: su esencia asamblearia, profundamente democrática, nos impide seguir a ridículos cabecillas como los que nos gobiernan, vaya ejemplo. Sus enemigos más directos acusan al movimiento de no pedir cosas concretas: está claro que no se han dado cuenta de que lo pedimos todo. Pero sin insultos, sin mentiras y sin armas. Porque nuestra única arma es la verdad, la certeza de que el sistema está podrido y que hay que cambiarlo. Pero el 15M no quiere utilizar las maneras del sistema, sus armas, simplemente aspira a que su existencia canalice nuestro descontento, a través de la toma progresiva de derechos, de las plazas y de las redes sociales, con la convicción de que hay otra forma de hacer las cosas. El 15M cree que entre todos, ya que cada uno de nosotros tiene el poder, podemos impedir que una oligarquía repugnante, apoyada por una casta política vendida, siga despojandonos a todos los demás de nuestros derechos. Sin duda, es una actitud ingenua. Pacifista. Moderna. Insufrible y blanda. Sobre todo para practicarla en este mundo de buitres y sinvergüenzas con despacho, con corona o con cartera.
El 15M es blando; eso dicen los de la derecha y tantos otros que se proclaman apolíticos, como si uno pudiera permitirse el lujo de serlo en estos tiempos. Es blando porque al parecer, se limita a tomar la calle en ambiente festivo y en son de paz, en grupos variopinos de familias, jóvenes y ancianos de todo pelo. Unos cincuenta mil, anoche, sólo en madrid. Es blando porque no esgrime consignas violentas en sus pancartas, sino que más bien usa la ironía. Es blando porque no tiene jefe: su esencia asamblearia, profundamente democrática, nos impide seguir a ridículos cabecillas como los que nos gobiernan, vaya ejemplo. Sus enemigos más directos acusan al movimiento de no pedir cosas concretas: está claro que no se han dado cuenta de que lo pedimos todo. Pero sin insultos, sin mentiras y sin armas. Porque nuestra única arma es la verdad, la certeza de que el sistema está podrido y que hay que cambiarlo. Pero el 15M no quiere utilizar las maneras del sistema, sus armas, simplemente aspira a que su existencia canalice nuestro descontento, a través de la toma progresiva de derechos, de las plazas y de las redes sociales, con la convicción de que hay otra forma de hacer las cosas. El 15M cree que entre todos, ya que cada uno de nosotros tiene el poder, podemos impedir que una oligarquía repugnante, apoyada por una casta política vendida, siga despojandonos a todos los demás de nuestros derechos. Sin duda, es una actitud ingenua. Pacifista. Moderna. Insufrible y blanda. Sobre todo para practicarla en este mundo de buitres y sinvergüenzas con despacho, con corona o con cartera.
miércoles, 9 de mayo de 2012
Cosas buenas
Cosas que me agradan.
los animales, las plantas, los niños cuando aún son niños, la tierra, la historia, la literatura, la filosofía, la biología, la
arqueología, la antropología, la geografía humana y en general las disciplinas
que intentan comprender lo que somos. La novela negra. El jazz y el swing. Ella y Billie, y por supuesto los clásicos, Bach y Mozart y Verdi...Las fotos, los jardines y el cine. Matisse y Barceló. Las artes mayores y las decorativas. Cary Grant, Queen, Moebius, Coppola. La arquitectura, el diseño y
la publicidad. Cómo crece mi hijo. Cocinar y nadar y recibir cajas de buyvip sin recordar
lo que compraste. Encontrar una moneda en el bolsillo. La luna enorme en el cielo. Acordarme de mi madre. Harpo Marx, o sea provocar la risa, mejor dicho la carcajada loca. Mis amigas, mis amigos, mis amores, la gente que me quiere o que confía en mí. Mi oficio. Mi casa y su cielo. Hay tantas cosas buenas en mi mundo que no doy abasto. Por eso quiero recordarlas, plantarlas aquí y ahora, porque cada mañana creo, al escuchar las noticias, que este mundo está a punto de desaparecer. Pero no es así. Vamos a seguir viviendo. Uno no se muere de amor...ni tampoco de crisis.
Poe eso tenemos que seguir adelante: para preservar lo bueno que hemos hecho como cultura, si no como especie. Y para denunciar y desterrar lo malo. Mirad el mapa: somos muchos los indignados. Tenemos que hacer que cambien las cosas, tenemos que salir a la calle este mayo.
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