lunes, 18 de julio de 2011

Cómo dimite un sinvergüenza


Para empezar, sin la tele pública en directo. No fuera cosa que pasara algo incontrolado y todos nos enteráramos. Para seguir, rodeado de toda su camarilla de peperos palanganeros, encabezada por Rita la alcaldesota, en cuya gigante espetera se ha refugiado después de insistir en su inocencia y dar por finalizada la ¿rueda de prensa? sin preguntas, claro. Al sinvergüenza se le veía como siempre, con su cara de goma, eso sí, con la mirada un poco ida y la sonrisa algo crispada. Se nota que le duele perder ese trono desde donde él y los suyos, según las pesquisas policiales, se han refocilado robando a gusto a los mismos valencianos que les han seguido votando con una increíble negación de la realidad.
Un sinvergüenza dimite negando también la realidad, sin arrepentimiento, sin reconocer ninguna de sus cagadas, o delitos. Como el tipo sigue diciendo que es inocente, víctima virginal de una caza de brujas, y aquí jugamos a creernos lo de la presunción de inocencia, esperamos con ganas el juicio donde el fiscal se pondrá las botas. Pero lo que no nos creemos es que, como dice su coleguita Rajoy, la dimisión sea un ejercicio de responsabilidad, y un acto de respeto hacia la ciudadanía. Más bien creemos que fue una irresponsabilidad permitir que semejante carota se presentara a president. Y que al caradura ya se le ha visto tanto el plumero que no le quedaba otra que dejar el cargo, no sea que -cual cagada de la gaviota- les joda las elecciones generales, esas que todo el mundo cree que serán ya. Confiando en la mala memoria de la población y en el hartazgo de esa crisis de la que sin duda son culpables exclusivos los socialistas, la dimisión del sinvergüenza -puede que inocente de cohecho pasivo e impropio, pero desde luego culpable de mentir como un bellaco- afianza el camino de Rajoy a la Moncloa.
¿Lo que viene ahora? marear a la justicia, aplazar y aplazar ese proceso judicial, para que no empañe esa linda y babosa campaña pepera sin propuestas. Hernández Pons me ha dado miedo, como siempre, más aún desde que habla en tono suave. Primero porque tengo que estar de acuerdo con él en que Camps ha puesto a la comunitat valenciana a la altura que soñaban los ciudadanos (?) y segundo, porque ha asegurado que, pase lo que pase, volverá.

(Mientras tanto Sarkozy y Merkel deciden cuan jodidos vamos a seguir sintiéndonos como europeos. Espero que le echen huevos y ovarios y se porten como los líderes que dicen que son..., por fin ¡Malditas noticias!)

miércoles, 13 de julio de 2011

ni PAPA ni PEPE


A Ana Botella le parece bien que hayan retirado la campaña de los cristianos con condón ¿Por qué será?

Hartitas estamos. Para empezar, la debacle de los mercados, que han decidido crucificar por turno a todas las economías no esencialmente wasp, es decir pigs (y cómo jode sentirse en el punto de mira, alimento para la crisis permanente...cuando le pasa a África no duele tanto, verdad?). Luego está la debacle de las economías particulares, especialmente las de los autónomos, que en estas fechas nos sentimos puteados teniendo que adelantar a hacienda los ivas de facturas cuyos euros sólo veremos cuando las economías de los clientes tengan a bien pagar. Pero esto ya viene siendo lo habitual, o sea, un poquito más de lo mismo. Lo que nos irrita sobremanera es la actitud de la derechona hipermotivada (es lo que tiene que otro se esté comiendo la crisis y por ello, creer que tienes las elecciones ganadas, que eres una alternativa incluso sin ninguna propuesta), las horribles maneras de sus medios, que copan la tdt.... y sobre todo, la visita del papa y el millón y pico de secuaces -o más- que le van a acompañar en Madrid.
Me he informado: la jornada mundial de la juventud (JMJ para los amigos) consiste en una barbaridad de jovenes cristianos de todo el mundo que van a tomar nuestra ciudad para alegría de las compañías aéreas pero no de los hoteles ni los restaurantes: se alojarán en nuestros colegios a cargo de nuestros impuestos (no importa en qué casilla hayas marcado tu declaración de la renta) y comerán no sé si gratis pero seguro mucho mas barato con una especie de ticket restaurante santo que la federación de hostelería ha decidido conceder. Llamadle maná. Todo facilidades, no sea cosa que la devoción les cueste de más. ¡Ya invitamos nosotros! ellos podrán dedicarse limpia y económicamente a sus plegarias, catequesis, via crucis, eventos marianos, cánticos, exposiciones...tomarán el Retiro, Cibeles, la castellana... Cuatro Vientos, el aeropuerto, la A2...las campanas y los móviles tañerán en la hora del ángelus y qué se yo. (Espero que al menos se tomen una copa, si su religión se lo permite, a ver si alguien gana un euro con ellos). Supersticiones. Eso sí, muy arraigadas. Tanto que en esta visita se mezclan los honores al papa como jefe de estado con los de jefe de la iglesia. ¿No suena todo muy medieval? ¿Pero no éramos un estado aconfesional? Me pido los mismísimos honores para el Dalai lama, o sin ir más lejos, para César Millán, que es mi gurú en cuanto a la relacion hombres-perros. Por ejemplo. Pero no, todo para el papa y sus jóvenes, la friolera de al menos cincuenta millones de pavos en gastos incluyendo una tremenda seguridad para blindar los itinerarios del papamóvil. Bueno ya vale. En la Asamblea del barrio de la Conce vamos a solicitar -con la ley en la mano- el mismo trato a los indignados de toda españa que llegarán en su marcha a Madrid a finales de julio: Hospitalidad gratuita, respeto ...y en lugar de darles de hostias, que la policia les despeje el camino. Que con la constitución en la mano, todos somos iguales... ¿o no?

sábado, 2 de julio de 2011

de perros y de huesos


En general la gente que tiene perro me cae bien. Y digo en general sabiendo que todas las generalizaciones son mentira. Me gustan los dueños de perros porque suyas son las primeras sonrisas que recibo por la mañana, cuando nos encontramos en el parque. Porque muchos de ellos han recogido a sus perros en albergues salvándolos del abandono y el encierro. Porque entablamos amables conversaciones mientras impedimos líos de correas y observamos complacientes olfateos hocico culo. Porque no sé sus nombres y sí los de sus mascotas, y en cambio nos tratamos con cortesía y una cierta complicidad, como miembros tácitos del mismo club. Pero también sé que son dueños de perros los que siembran los parques de excrementos, los que los abandonan y a veces los torturan con métodos crueles...así que, después de reflexionar, va a resultar que quien me cae bien no es la gente con perro sino los perros en sí.

Por ejemplo. Esperanzota, que utilizó a su perrito jack russell Pecas para demostrar su humanidad en la pasada campaña electoral -incluida la jornada de reflexión, en la que los políticos no pueden ir por la calle besando niños, pero sí paseando perros-. La misma señora que manifiesta tanto amor por su perrito es responsable del atropello de un perro en la calle Valverde de Madrid. La historia nos la cuenta un testigo presencial, y sucedió así: su coche oficial iba a gran velocidad cuando se llevó por delante al perrito de un jubilado, que empezó a lamentarse y a gritar "Cabrones, cabrones!" entre sollozos. Se fue juntando gente y al coche de escoltas que seguía a la gran dama no le quedó más opción que detenerse. Al parecer, tanto escoltas como coches están muy bien blindados, pues lo único que dijeron fue, parafraseando a Bart Simpson, "nosotros no hemos sido, han sido ellos". Y se largaron. El coche de la presidenta no se detuvo...¿para qué? el populismo lo usamos sólo en los mítines y en campaña. Y allí quedó el pobre hombre, con su perro muerto en la calle, más solo que nunca (no me consta si era votante del pp, pero de ser así, doble jodienda).
Así pues. No todos los dueños de perros son buenos. No todos los dueños se merecen a sus perros. Hay dueños de perros que son verdaderos huesos, que no hay quien les hinque el diente. Hasta Hitler tenía perros. Es lo mismo que los padres: cualquiera puede serlo, pero no todo el mundo está a la altura del cargo. Y mientras paseo a mi perro me apresuro a huir después de matar al perro de otros. (Esto es España, donde cuenta mucho más la imagen que la ética.)
Para mí, la relación con mi perro es tan profunda y misteriosa como todas mis relaciones importantes: un ser que entiende la intención de mis miradas, que siempre está dispuesto a darme su amor, que se siente realizado con una simple caricia y una pelota de tenis...seguramente no estoy a la altura de semejante ser. Espero que el servicio de Esperanzota, probablemente filipinas de uniforme, sean dulces con su perro, ya que serán ellas quienes lo cuiden, alimenten y amen. De momento, que sepamos, la jefa lo utiliza. Por si acaso, defendamos el derecho de Pecas a su intimidad.