Éramos muchos en Neptuno. Como buenos madrileños, aquello se llenó tarde: aunque la convocatoria era a las seis, a las ocho estaba de bote en bote, el paseo del prado cerrado para nosotros desde atocha a estambul, perdón, cibeles. De fuente a fuente la calle era nuestra, llena de gente diversa que sólo tenía en común el deseo de que el baboso de nuestro presidente no nos confundiera con la mayoría silenciosa que tanto admira. Si piensas tanto en los otros, acuérdate que también gobiernas para los que no te han votado, idiota. Me aburres rajoy. En cambio cospedal me da miedo por su absoluto cinismo (me horripila pensar que una vez comimos a su lado en un restaurante). pero no perdamos el hilo, estábamos el sábado en la calle, madres, padres, viejos, rastas, señoras y caballeros, humanos con perros, bicicletas, carritos de niños, cientos de antidisturbios...todos en un ambiente festivo...hablando de economía, entre otras cosas cuánto costaba "controlarnos" en horas extra de policía. Nos lo pasamos bien porque la calle era nuestra. Luego nos fuimos porque me dolían los pies, culpa mía.
El sábado que viene volveremos, y espero que seamos cada vez más. porque sí sirve de algo. Cuando menos, para peatonalizar las avenidas para las gentes reales que ya están hasta las narices de unos representantes que no les representan. Habrá que tomar las calles una y otra vez hasta que se peatonalice la democracia.
mantra: tasa tobin ya. listas abiertas ya.
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