jueves, 28 de febrero de 2013

¿Intocables?


¿Y si hubiera una mofeta ahí dentro? (foto cortesía de creoquehayunostrescientosmilcochesoficialesenespaña.com)

Intocables. Eso es lo que se creen esos tipos. (utilizo el masculino por simplificar, porque aunque hay chicas -¡y qué tipas, madre!- la mayoría son corbatas). Me refiero a esos ladrones de grandes cantidades, mercaderes de privilegios, sinvergüenzas con cargo público que nos ofenden primero con sus delitos continuados y luego con su desfachatez, trapicheando todo, y luego negando todo, dando todo por contestado, burlándose de todos los españoles. ¡Son tantas las pruebas! ¿Qué hacemos que no les mandamos a tomar viento, o a la guillotina, por ejemplo? pero el pueblo es bueno. Y como les hemos votado, ahí andan, y ahí se van a quedar.

Pues no. Yo no creo que sean intocables.
Yo no, que me paso el día currando en mi reducto, y cuando salgo a la calle no me encuentro con sus señorías, yo no puedo tocarles, pero hay un montón de gente que tiene contacto con ellos (de nuevo masculino en general). Veamos
Funcionarios que a diario manejan sus correos, sus idas y venidas, sus agendas, sus presencias y ausencias, todos en guardia! Algunos ya van filtrando cositas pero necesitamos que la filtración sea masiva.
Los empleados de Arturo que sirven entre otras cosas el menú-de-crisis para parlamentarios a trescincuenta... además de escupir en el café, ¿qué tal un frasco de laxante en la salsita de asado?
Chicos, chicas. conductores, secretarias, seguratas, asistentes, ujieres, decidnos donde viven y les daremos por culo. contadnos sus secretos miserables y lo sabremos todos. mandad a los periódicos toda esta mierda!
Y a vosotros, los periodistas, os pido que hagais boicot, que exijáis ruedas de prensa, que si no no vais, y que os levanteis cuando el payaso/a de la tribuna miente con descaro. Hay que levantarse, pedir la palabra y despedirse: gracias por nada, no me interesa, yo me voy! También podéis lanzar los bolis al aire, qué se yo.  Pero no les hagamos más el juego.




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