miércoles, 7 de septiembre de 2011

La economía es lo primero


Estamos en Asturias, gran lugar. Y aunque nos rodean montes, prados y mares, no podemos sustraernos a la realidad. Una cena asturianina con una botella de sidra per capita, que dicen por aquí que no es nada, nos pone en el estado surrealista de copiaros literalmente lo que va a decir el nuevo texto de la Constitución:
“Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las
Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus
presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta. Estos créditos no podrán ser
objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la Ley de
emisión”.
Estas siete palabras que destaco significan que la deuda con los bancos es sagrada y pasa por encima de cualquier otra necesidad. Por ejemplo, la sanidad y la educación pública, no digamos la cultura y el deporte de base, los centros de la tercera edad, la limpieza de calles y parques...en suma, esas cosas que hacen de nuestra vida un lugar mejor y más seguro.
Estas palabras significan que la economía del estado, en manos de políticos que son malos gestores -véase si no la política del despilfarro en infraestructuras, o la incapacidad de modernizar el carpetovetónico sistema judicial, o la inexistencia de una fiscalidad decente que persiga el fraude a gran escala-, la prioridad de devolver la deuda va a ser la gran excusa que justifique cualquier atropello, llámese ajuste o recorte, en nuestro menguante bienestar.

Todo esto nos lo han vendido con un gran despliegue de efectos especiales, como en las grandes superproducciones: la caída de las bolsas y de nuestra credibilidad dan tanto miedo como, en su día, la caída de las torres gemelas. La mayoría de gente ya piensa que esto es inevitable. Una vez más, a ajustarse el cinturón. Pero no tendría por qué ser así. Desde Islandia nos llegan noticias de otros aires.
Desde luego no lo hemos leído en la prensa sino en los comunicados del 15M:

"El segundo banco islandés ha tomado una medida sin precedentes en el sector. Tras haber sido nacionalizado en su totalidad para evitar la quiebra en 2008, ahora quiere compensar a los ciudadanos por pagar su rescate: Landsbankinn va a devolver intereses y ayudas a los hipotecados con el fin de reducir su endeudamiento.
Esta iniciativa podría beneficiar a unos 70.000 clientes de la entidad y responde, a su juicio, al "compromiso y responsabilidad social corporativa" ante "la sólida posición financiera" por la que atraviesa después de dos ejercicios de crisis.
Los clientes de Landsbankinn podrán percibir el 20% de los intereses pagados desde diciembre de 2008, con un máximo de 6.000 euros. Pero, también ha puesto en marcha una medida para ayudar a aquellos que no llegan a fin de mes y no pueden cumplir con los compromisos de la hipoteca. Para ello, en lugar de calcular el valor de la vivienda en función de la tasación del inmueble, pasará a establecerse a precios de mercado, lo que provocará una disminución de la deuda por la caída en los precios de los inmuebles. El banco islandés, además, da otra solución a sus clientes. Landsbankinn reducirá la deuda de aquellos ciudadanos cuyos números rojos estén muy por encima de la capacidad de pago del prestatario, tras un análisis previo de la entidad. Esta medida, según explicó ayer en un comunicado, permitirá reducir deudas de hasta cuatro millones de coronas (24.000 euros). Para acogerse a este beneficio, el cliente se comprometerá a pagar la cantidad pendiente en un plazo de tres años.
"

Clavadito. Igualito que aquí. Islandia está ahí, el espejo donde se refleja nuestro esperpento. Pero el caso de Islandia no interesa, es una isla casi deshabitada, llena de volcanes y poco más. (Esperamos de todo corazón que no haya islandeses siguiendo este blog). Es decir, no es comparable. Aquí somos casi cincuenta millones de españolxs y cada unx se toma el café como le da la gana.

Se acabó la sidra. Mañana o pasado, más.

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