sábado, 10 de diciembre de 2011

¿la zoofilia es delito?


Pensando en los delincuentes...pongamos que eres un asesino y matas a tu mujer. Como tantos. Pero no contento con tu hazaña, sigues cobrando su pensión por el espacio de ocho años, con lo cual te conviertes en ladrón y defraudador. Pero hay más; cuando te pillan y te meten en la cárcel, pasas a costar a los españoles una media de 30.000€ al año, lo cual no es moco de pavo. Los malvados nos cuestan dinero en cualquier caso, tanto si están sueltos operando como si los encarcelamos. Y los buenos, sobre todo las personas fiscales, venga a pagar las maldades de otros: da igual que sea rescatando bancos que manteniendo presidiarios. En estos aciagos días para el ciudadano, me pido ir a la cárcel.
Vale, lo de la privación de libertad no apetece, pero a cambio tienes comida en la mesa, trabajos manuales y un gimnasio. Habrá blbliotecas y seguro que encuentro tiempo para escribir, y hasta para terminar la carrera de historia en la UNED, consiguiendo con todo ello beneficios penitenciarios asombrosos que no querría aprovechar porque en la cárcel se está genial.
De acuerdo, así visto, todos queremos ir a la cárcel, pero antes habrá que delinquir. Le hemos dado vueltas y la verdad, nuestra primera idea sería un magnicidio. Ya que estamos, lo hacemos a lo grande. El papa ¿cuándo vuelve? mmm...el rey ya se hostia solo. ¿Torturamos a esperanzota? eso siempre nos apetece...Gallardón también nos gusta como objetivo. Rajoy no puede ser, que sería un pequeñicidio.
O puede ser algo que nos reporte un botín. Podríamos robar a una caja la misma cantidad que ha entregado en concepto de pensión a una ex directiva, o el variable de su presidente. Es el mismo robo, pero si lo haces a punta de pistola y con máscaras, parece que escandalizas más.
¿Y si delinquimos para darnos un gusto? veamos: podríamos destruir todas las obras de botero. Atacar la imprenta del abc y sacar en portada una boda gay. O secuestrar a michael Fassbender y que nos dé el síndrome de estocolmo, pero del revés.
...ay qué bonito...Se trata de liberarte cometiendo el delito que más te apetezca, y además ser recompensada, institucionalizada, protegida, alimentada y animada a rehabilitarte...yo también quiero!
Probos ciudadanos, dejen de ser buenos, piensen su delito y ¡nos vemos en la cárcel!

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