martes, 23 de agosto de 2011

Chicas, a convertirse tocan!



Soy una floja, una frívola, una petarda.
Los festejos papistas de la semana pasada, alabados y seguidos por millones de personas; los inflamados discursos del papa, llenos de sabiduría; los prudentes políticos, adoradores del becerro de oro de los mercados, tan atentos a no ofender a los cristianos, me han convencido. Mis propios vecinos y montones de personas de a pie han expresado muy claro y alto su desdeño por los que protestamos. Son tantos y están tan seguros que tienen que tener razón:
Los indignados no somos más que una pandilla, un grupúsculo, molestos y desafiantes, perroflautas, manipulados, odiosos...
Y yo, simplicísima, me he olvidado del humanismo, de la ilustración, de la ciencia, del progreso...he visto informativos, he leído editoriales, he abierto mi mente al discurso dominante y me he convertido.
Pero no ha sido sólo por la fe. Me ha empujado la necesidad de estar a la moda, perfectamente preparada para los oscuros días que vendrán.

Atentas chicas. Este invierno volverá el eterno traje negro, con la falda bien decente justo a la altura de la rodilla. Deberemos ser muy femeninas, llevando altos tacones que nos conviertan en figurines y nos impidan caminar como seres normales. Los domingos y fiestas de guardar nos cubriremos el cabello. En otras latitudes podría ser con un burka, pero esto es España, así que usaremos peineta y mantilla.
Olvidaremos todos los derechos que hemos ido conquistando en el último siglo, como el derecho a llevar minifalda sin que te violen por ir provocando, a pedir el divorcio, a usar anticonceptivos, a abortar, a no dejar que los hombres nos aticen impunemente. Ignoraremos e incluso encubriremos al pederasta que eventualmente abuse de nuestros hijos; votaremos como mujeres de bien, siempre a la derecha, a un partido que preserve nuestros valores tradicionales. Alabaremos la censura y el pensamiento único.
Todas las que trabajen, a ver cómo se apañan a cuidar de su maridito y su familia como prioridad. Las que no estén casadas deberán buscar un marido con urgencia y profesar el sacramento del matrimonio. Las demás pueden dedicarse a engrandecer a la iglesia católica haciéndose monjitas, que hay falta de vocaciones, o en su defecto a vestir santos, almidonando puntillas, cosiendo puñetas y bruñendo altares.

Creedme chicas. Esto es lo que viene, he visto la luz. Si queréis estar à l'avantgarde, no olvidéis mis consejos y convertíos. Tomad ejemplo de todos estos visitantes cristianos, maravillosos ejemplos de devoción, de los kikos y del mismo Rouco. No hablemos del papa con su estilazo.
Y si tenéis dificultades para aguantar esta vida, tenéis varias salidas: endrogaros mucho o pecar a voluntad para luego confesaros y conseguir el perdón.
Se llama Hipocresía y funciona mejor que cualquier droga.

1 comentario:

  1. je je Qué bueno!
    Qué bien lo vamos a pasar!
    Nada como la tradición y las buenas maneras... me muero de ganas por desempolvar el kit y hacerme el harakiri después!

    ResponderEliminar