martes, 9 de agosto de 2011

Zapatero, no vayas


Llega el JMJ, cuando el papa va a llenar madrid de prosélitos. Nada menos que un millón o dos, dicen. Ya no son las molestias -el retiro atestado de pecadores camino del paseo del perdón, chueca abarrotada de cristianos en saliendo del armario, los perroflautas de mochila que ocuparán el colegio de mi calle-. Es que este señor de blanco, además de hacer su meeting a la juventud meapilas mundial, va a bendecir a tutti quanti, los reyes y plíncipes, banqueros empresarios; y por supuesto, a los políticos. Incluido tú, Zapatero.
¿Por qué vas? Si total ya le conoces, has estado con él más que suficiente. Además, con el intérprete por medio, la cosa resulta muy poco íntima: no podéis deciros nada bonito al oído.
Y por encima de todo, si ya has dicho que lo dejas, no vayas. Si igualmente te van a poner a parir, hagas lo que hagas. Ahora no te debes a nadie más que a tu conciencia, de militante del PSOE y sobre todo de persona humana con principios. Zapatero, no veas al papa. Representa todo lo contrario que un presidente de gobierno de izquierdas puede tolerar. No le des la mano, no sonrías, no te inclines para besarle el anillo. Está hecho del mismo metal que lleva esclavizando a las ideas del renacimiento, de la ilustración, del progreso, durante siglos.
No vayas a ver al papa, Zapatero. Y vete en paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario