domingo, 1 de enero de 2012

un nuevo año, mismos rituales


De las felicitaciones de anoche, destaco la de Fio, quien a punto de dar a luz a su segundo hijo, nos recuerda que además de celebrar el año nuevo deberíamos celebrar cada día como día nuevo, y vivirlo abiertos a esa novedad de cada segundo que se nos escapa. Me gusta la idea.
Y entonces, me pregunto que hago viendo el concierto de año nuevo, tan casposo como en cualquier año pasado. seguramente soy yo la que ha cambiado, pero veo detalles que no me gustan: en la orquesta no hay mujeres, y tampoco niñas en el coro. Sólo bailarinas escasas de ropa, plásticos y congelados objetos de deseo, y señoras de edad enjoyadas y elegantes entre el público. el director tiene pinta de oficial nazi. Las polcas y las marchas, unidas a la musical exaltación de la vida rural en valles de ensueño, me hacen pensar en una sola palabra: decadencia. Y me imagino a todos los señores músicos vestidos de caballeros de las SS. Imaginaciones mías.
Por abrirnos a lo nuevo, os diré que la asamblea del 15M de la Conce hace unos meses que tomó un solar abandonado (de equipamiento social jamás construido) al lado de casa, lo ha limpiado y ha convertido en huerto y espacio para perros. Donde antes había arbustos y mierda rodeados de una valla, ahora hay una explanada libre, agua para los perros, bolsas y pelotas comunales. Está impecablemente limpio, y las vecinas hablan de su parque con orgullo de dueñas. El acondicionamiento del huerto demuestra que los vecinos, organizados, pueden más que los políticos. O mejor, que la tarea de construir está en manos de todos, que todos podemos ayudar. Esta mañana los perros han corrido en armonía al sol en el parque del 15M y los valses del concierto no parecen tan nazis.
Publicamos foto de Muller con perritos propios e invitados descansando al sol del 2012. Y que pase lo que pase, nos alumbre a todos.

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